En esta materia aprenderás a aplicar las normas de ética en todo lo concerniente a tu ministerio.
CÓDIGO DE ÉTICA MINISTERIAL
PREÁMBULO
El Código de Ética para los Pastores, Ministros y Obreros de Discípulos de Jesús está fundamentado en las Sagradas Escrituras, única fuente de autoridad sobre toda cuestión ético-moral para los creyentes, y diseñado para edificar el cuerpo de Cristo.
Oramos que sea abrazado por todos los Líderes de la iglesia que estén sirviendo en alguna o en todas las obligaciones administrativas o de la congregación.
El código está destinado a ser un documento viviente que nos ayuda a formar nuestro carácter a medida que buscamos hacerlo reflejar mejor la voluntad de Cristo para nosotros como Lideres en su iglesia.
No siendo este código un instrumente para alcanzar a través de su cumplimiento la Salvación del Alma.
La ética provee una estructura para tomar decisiones y juicios y obrar según ellos.
La acción de tomar decisiones para el cristiano es ética cuando está firmemente fundada en la Palabra de Dios y guiada por el Espíritu Santo, porque es únicamente en estos que encontramos una base para entender la voluntad de Dios.
Como líderes en la iglesia, debemos someternos a la Palabra de Dios y permitir que el Espíritu Santo nos guíe en la aplicación de los principios éticos de las Escrituras.
Nuestra conducta cristiana debe estar basada en la vida y las enseñanzas de Jesús, las enseñanzas de los escritores bíblicos y la guía del Espíritu Santo.
El Antiguo y el Nuevo Testamento exigen el más alto nivel de reputación, ética y conducta para nosotros como Lideres.
Como líderes cristianos, reconocemos que Jesucristo vive en nosotros por medio del Espíritu Santo. Le pedimos que nos cambie para que la realidad de su vida resucitada sea evidente en nuestros pensamientos y acciones.
Las directrices éticas y principios en este Código de Ética para los Lideres de Discípulos de Jesús están fijadas para unir las realidades de nuestras actividades ministeriales con la realidad trascendental de nuestras vidas cristianas.
Por consiguiente, como Lideres en el cuerpo de Cristo, debemos esforzarnos por conducir nuestra vida de acuerdo con las directrices éticas y principios expuestos en este Código de Ética para los Líderes de Discípulos de Jesús.
RESPONSABILIDAD HACIA DIOS
Reconociendo que Jesucristo es la Cabeza de la iglesia, me esforzaré por comportarme de una manera que le traiga gloria a Dios.
Esto significa que me esforzaré por:
Someterme a Dios primeramente, reconociendo a toda autoridad que lo represente a El y que El ha delegado en su Iglesia.
Ser un siervo responsable de Dios.
Ejercitar una administración fiel de mi vida devota por medio de las disciplinas espirituales, los dones del
Espíritu y los actos de servicio.
Ejercitar fiel administración de los recursos financieros, físicos e intelectuales.
Aceptar responsabilidad por todas mis acciones y evitar situaciones que puedan reflejar negativamente el nombre de Jesucristo.¨
Mantener pureza sexual.
Ejercitar el liderazgo de siervo de Jesucristo de acuerdo con el propósito de la iglesia.
RESPONSABILIDAD HACIA LA FAMILIA
Pondré mis obligaciones familiares en el más alto nivel de mis prioridades, en segundo lugar únicamente a mi relación con Dios. Esto significa que me esforzaré por:
Apoyar a mi familia espiritual, emocional y físicamente.
Ser fiel a mi esposa o esposo.
Ser un padre responsable y dedicado a mis hijos.
RELACIONES CON LA CONGREGACIÓN
Trabajare en la obra bajo la supervisión y autorización del Pastor, máxima autoridad delegada por Dios en su iglesia, en toda resolución a tomar.
Obrare con justicia y misericordia, esforzándome por expresar un equilibrio apropiado entre autoridad y amabilidad en todas las situaciones referentes a mi ministerio.
Esto significa que me esforzaré por:
Ejercer un Liderazgo Espiritual Ministerial sano y claro.
Ayudar a todos los hermanos de la congregación a desarrollar dones espirituales.
Reconociendo que el mayor de todos los dones es el Amor.
A desarrollar y educar a otros hermanos de la congregación en el Ministerio que Dios ha delegado en mi.
Dar sermones, enseñanzas, reflexiones, devocionales y/o comentarios que estén basados en la Biblia, en acuerdo doctrinal con las sanas doctrinas bíblicas y relacionados con la vida de la iglesia.
Estar comprometido a resolver prontamente los conflictos interpersonales.
Reconozco que debo tener valor personal, ejercitado con apropiado tacto al enfrentarme a la oposición o criticas.
No ministrare a otros hermanos sin la debida autorización del Pastor.
Animaré a los demás hermanos de mi congregación a buscar ayuda Pastoral en toda situación que considere que es necesario.
Ser digno de confianza en todas las áreas confidenciales, con excepción de las que estoy legalmente obligado a revelar. No traicionaré la confianza de nadie al revelar información personal acerca de esa persona a otros sin que aquella persona lo sepa y lo permita.
Ser justo y constante en todos mis tratos con todos los hermanos de la congregación.
Honrar y respetar todas las culturas, géneros y razas.
No haré discriminación de sexo, raza o cultura, en Discípulos de Jesús ofreceremos las mismas oportunidades ministeriales para todos, sabiendo que Dios no hace acepción de personas.
RESPONSABILIDAD HACIA MINISTROS Y OBREROS.
Como Líder de Discípulos de Jesús, tengo la obligación de respetar y honrar a mis colegas. Me esforzaré por cooperar en el apoyo hacia mis colegas a medida que trabajamos juntos para promover la obra de Cristo en la iglesia.
Esto significa que me esforzaré por:
Respetar a mis compañeros de Ministerio y no hablar en contra de ellos públicamente o en privado, considerándolos como socios en la obra de Dios.
Respetar los parámetros administrativos del área bajo la responsabilidad de otro Líder.
Tratar el Ministerio en una manera que no sea competitiva o que aumente mi propia posición o estado, en referencia a otros Ministerios.
Servir a mis colegas con consejos, apoyo y asistencia personal.
RESPONSABILIDAD HACIA EL CUERPO DE CRISTO
Como Iglesia no Denominaciónal.
Los Líderes y Miembros de la Iglesia Discípulos de Jesús son parte de la gran comunidad cristiana universal.
Esto significa que me esforzaré por:
Evitar buscar a otros miembros de otras comunidades cristianas.
Nuestra visión es ganar nuevas almas para Cristo, equiparlas y comisionarlas para la Obra Ministerial.
Tratar de trabajar en armonía con otros líderes cristianos y programas para fortalecer el cuerpo de Cristo y promover el reino de Dios.
Tener respeto por el gran cuerpo de Cristo al no degradar ni calumniar otras comunidades, evitando cualquier comentario que no sea de edificación de la obra del Señor.
RESPONSABILIDAD HACIA LA COMUNIDAD LOCAL
La congregación local es una parte integral de la sociedad en la que reside.
Un papel apropiado, activo en la comunidad sirve de ejemplo cristiano de amor y es un testimonio del evangelio de Jesucristo.
Esto significa que me esforzaré por:
Ser un miembro responsable de mi comunidad.
Aceptar responsabilidades razonables para servir en la comunidad, reconociendo esto como una función de mi ministerio público.
Animar a la congregación a participar en acontecimientos apropiados de la comunidad y que estén dentro de los códigos éticos-morales cristianos.
Obedecer las leyes de mi gobierno mientras no esté en conflicto con las leyes de Dios.
Cuidar de no permitir que los temas políticos creen una polarización dentro de la congregación.
CREDITO: Ms.JORGE VACA
Director y Fundador del Ministerio Misionero Mundial Discípulos de Jesús
CÓDIGO DE ÉTICA MINISTERIAL
PREÁMBULO
El Código de Ética para los Pastores, Ministros y Obreros de Discípulos de Jesús está fundamentado en las Sagradas Escrituras, única fuente de autoridad sobre toda cuestión ético-moral para los creyentes, y diseñado para edificar el cuerpo de Cristo.
Oramos que sea abrazado por todos los Líderes de la iglesia que estén sirviendo en alguna o en todas las obligaciones administrativas o de la congregación.
El código está destinado a ser un documento viviente que nos ayuda a formar nuestro carácter a medida que buscamos hacerlo reflejar mejor la voluntad de Cristo para nosotros como Lideres en su iglesia.
No siendo este código un instrumente para alcanzar a través de su cumplimiento la Salvación del Alma.
La ética provee una estructura para tomar decisiones y juicios y obrar según ellos.
La acción de tomar decisiones para el cristiano es ética cuando está firmemente fundada en la Palabra de Dios y guiada por el Espíritu Santo, porque es únicamente en estos que encontramos una base para entender la voluntad de Dios.
Como líderes en la iglesia, debemos someternos a la Palabra de Dios y permitir que el Espíritu Santo nos guíe en la aplicación de los principios éticos de las Escrituras.
Nuestra conducta cristiana debe estar basada en la vida y las enseñanzas de Jesús, las enseñanzas de los escritores bíblicos y la guía del Espíritu Santo.
El Antiguo y el Nuevo Testamento exigen el más alto nivel de reputación, ética y conducta para nosotros como Lideres.
Como líderes cristianos, reconocemos que Jesucristo vive en nosotros por medio del Espíritu Santo. Le pedimos que nos cambie para que la realidad de su vida resucitada sea evidente en nuestros pensamientos y acciones.
Las directrices éticas y principios en este Código de Ética para los Lideres de Discípulos de Jesús están fijadas para unir las realidades de nuestras actividades ministeriales con la realidad trascendental de nuestras vidas cristianas.
Por consiguiente, como Lideres en el cuerpo de Cristo, debemos esforzarnos por conducir nuestra vida de acuerdo con las directrices éticas y principios expuestos en este Código de Ética para los Líderes de Discípulos de Jesús.
RESPONSABILIDAD HACIA DIOS
Reconociendo que Jesucristo es la Cabeza de la iglesia, me esforzaré por comportarme de una manera que le traiga gloria a Dios.
Esto significa que me esforzaré por:
Someterme a Dios primeramente, reconociendo a toda autoridad que lo represente a El y que El ha delegado en su Iglesia.
Ser un siervo responsable de Dios.
Ejercitar una administración fiel de mi vida devota por medio de las disciplinas espirituales, los dones del
Espíritu y los actos de servicio.
Ejercitar fiel administración de los recursos financieros, físicos e intelectuales.
Aceptar responsabilidad por todas mis acciones y evitar situaciones que puedan reflejar negativamente el nombre de Jesucristo.¨
Mantener pureza sexual.
Ejercitar el liderazgo de siervo de Jesucristo de acuerdo con el propósito de la iglesia.
RESPONSABILIDAD HACIA LA FAMILIA
Pondré mis obligaciones familiares en el más alto nivel de mis prioridades, en segundo lugar únicamente a mi relación con Dios. Esto significa que me esforzaré por:
Apoyar a mi familia espiritual, emocional y físicamente.
Ser fiel a mi esposa o esposo.
Ser un padre responsable y dedicado a mis hijos.
RELACIONES CON LA CONGREGACIÓN
Trabajare en la obra bajo la supervisión y autorización del Pastor, máxima autoridad delegada por Dios en su iglesia, en toda resolución a tomar.
Obrare con justicia y misericordia, esforzándome por expresar un equilibrio apropiado entre autoridad y amabilidad en todas las situaciones referentes a mi ministerio.
Esto significa que me esforzaré por:
Ejercer un Liderazgo Espiritual Ministerial sano y claro.
Ayudar a todos los hermanos de la congregación a desarrollar dones espirituales.
Reconociendo que el mayor de todos los dones es el Amor.
A desarrollar y educar a otros hermanos de la congregación en el Ministerio que Dios ha delegado en mi.
Dar sermones, enseñanzas, reflexiones, devocionales y/o comentarios que estén basados en la Biblia, en acuerdo doctrinal con las sanas doctrinas bíblicas y relacionados con la vida de la iglesia.
Estar comprometido a resolver prontamente los conflictos interpersonales.
Reconozco que debo tener valor personal, ejercitado con apropiado tacto al enfrentarme a la oposición o criticas.
No ministrare a otros hermanos sin la debida autorización del Pastor.
Animaré a los demás hermanos de mi congregación a buscar ayuda Pastoral en toda situación que considere que es necesario.
Ser digno de confianza en todas las áreas confidenciales, con excepción de las que estoy legalmente obligado a revelar. No traicionaré la confianza de nadie al revelar información personal acerca de esa persona a otros sin que aquella persona lo sepa y lo permita.
Ser justo y constante en todos mis tratos con todos los hermanos de la congregación.
Honrar y respetar todas las culturas, géneros y razas.
No haré discriminación de sexo, raza o cultura, en Discípulos de Jesús ofreceremos las mismas oportunidades ministeriales para todos, sabiendo que Dios no hace acepción de personas.
RESPONSABILIDAD HACIA MINISTROS Y OBREROS.
Como Líder de Discípulos de Jesús, tengo la obligación de respetar y honrar a mis colegas. Me esforzaré por cooperar en el apoyo hacia mis colegas a medida que trabajamos juntos para promover la obra de Cristo en la iglesia.
Esto significa que me esforzaré por:
Respetar a mis compañeros de Ministerio y no hablar en contra de ellos públicamente o en privado, considerándolos como socios en la obra de Dios.
Respetar los parámetros administrativos del área bajo la responsabilidad de otro Líder.
Tratar el Ministerio en una manera que no sea competitiva o que aumente mi propia posición o estado, en referencia a otros Ministerios.
Servir a mis colegas con consejos, apoyo y asistencia personal.
RESPONSABILIDAD HACIA EL CUERPO DE CRISTO
Como Iglesia no Denominaciónal.
Los Líderes y Miembros de la Iglesia Discípulos de Jesús son parte de la gran comunidad cristiana universal.
Esto significa que me esforzaré por:
Evitar buscar a otros miembros de otras comunidades cristianas.
Nuestra visión es ganar nuevas almas para Cristo, equiparlas y comisionarlas para la Obra Ministerial.
Tratar de trabajar en armonía con otros líderes cristianos y programas para fortalecer el cuerpo de Cristo y promover el reino de Dios.
Tener respeto por el gran cuerpo de Cristo al no degradar ni calumniar otras comunidades, evitando cualquier comentario que no sea de edificación de la obra del Señor.
RESPONSABILIDAD HACIA LA COMUNIDAD LOCAL
La congregación local es una parte integral de la sociedad en la que reside.
Un papel apropiado, activo en la comunidad sirve de ejemplo cristiano de amor y es un testimonio del evangelio de Jesucristo.
Esto significa que me esforzaré por:
Ser un miembro responsable de mi comunidad.
Aceptar responsabilidades razonables para servir en la comunidad, reconociendo esto como una función de mi ministerio público.
Animar a la congregación a participar en acontecimientos apropiados de la comunidad y que estén dentro de los códigos éticos-morales cristianos.
Obedecer las leyes de mi gobierno mientras no esté en conflicto con las leyes de Dios.
Cuidar de no permitir que los temas políticos creen una polarización dentro de la congregación.
CREDITO: Ms.JORGE VACA
Director y Fundador del Ministerio Misionero Mundial Discípulos de Jesús
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